Las lenguas son, por lo general, caprichosas. En castellano tenemos bastante suerte, porque los desajustes entre el sonido que pronunciamos y el que escribimos son pocos en comparación con lenguas como el inglés.
En un mundo ideal y sencillo, un sonido correspondería a una grafía o letra, pero en la práctica no suele suceder. Hablamos de los dígrafos, dos letras seguidas que representan un solo fonema o sonido, es decir, representaciones complejas de fonemas simples, como en los casos de “carro”, “cacho” o “queso”. De hecho, en 2010 la Real Academia de la Lengua Española decidió eliminar “ch” y “ll” del abecedario al considerarlas dígrafos, quedándose el abecedario en 27 letras. Curioso, ¿verdad?
En castellano tenemos cinco dígrafos: “ch”, “ll”, “gu”, “rr” y “qu”. Y, aunque a los adultos no nos suele costar mucho saber que esas letras van unidas para formar esos sonidos, a los más pequeños les puede resultar complejo, porque son dos letras lo que deben escribir en lugar de una, como están habituados con otros fonemas. Estas reglas y excepciones del idioma pueden entorpecer una correcta adquisición de la lectoescritura, es por ello que os hemos preparado una selección de nuestros cuentos para poder reforzarlos de una forma entretenida.
El abecedario fantástico, de Mercé Viana, es una colección compuesta por treinta y dos cuentos donde se repasan una a una las letras del abecedario. De esta forma madurarán y corregirán la posible mala interpretación de las letras de una forma individualizada.
Lo bueno de estos cuentos es que están escritos con dos tipografías de conocimiento necesario en la educación primaria: cursiva e imprenta. Cada cuento está pensado para reunir aquellas palabras que contengan la letra a trabajar en cada caso. Esa letra, además, está pintada en rojo para que los jóvenes lectores la identifiquen sin problemas y cada historieta está acompañada por ilustraciones con colores y texturas para que no pierdan detalle de la historia. Además, al final de cada cuento incluye unas actividades de comprensión lectora.
Las letras que os proponemos corresponden a los tomos 5, 11, 17 y 23. ¿Queréis saber un poco más? ¡Aquí os los reseñamos brevemente!
5. La chistera del mago chiflado (Reconocemos la “ch”). Chicolino es un mago muy curioso que siempre está haciendo trucos para entretener a la gente hasta que un día decide viajar para poder ayudar a muchas más personas con su magia. ¿No os parece chachi? Con este cuento repasarán el dígrafo “ch” y entenderán lo genial que es usar nuestras capacidades para ayudar a los demás.
11. Guiselda, una maguita estupenda (Reconocemos “gue, gui, güe, güi”). En este relato sobre la solidaridad y la resolución de conflictos, conoceremos a la maguita Guiselda, que vive en Talytal. Un día, un pingüino le pide que lo transforme en otra cosa, porque el aguilucho Guillermino es muy malo y siempre les está haciendo trastadas para que se vayan. ¿Logrará Guiselda resolver la situación? En esta ocasión se repasará la combinación “gu” delante de “i” y “e”.
17. La llave llorona (Reconocemos la “ll”). Llanina se encuentra en un día de lluvia una llave llorona. ¡Qué casualidad! Porque resulta que en un valle cercano hay una iglesia que no se puede abrir porque la llave que la abría se perdió. ¿Qué creéis que hará? Con este relato se repasará el dígrafo “ll” y se fomentará la curiosidad y la resolución de problemas.
23. Miquito el mosquito (Reconocemos la “qu”). Miquito es un mosquito que se aburre y decide irse a dar una vuelta a pesar de que le han advertido de que tenga cuidado porque puede ser peligroso. ¿A qué se referirán? Con este relato aprenderán a identificar correctamente la “qu” ¡y a no desobedecer a los mayores y a valorar lo que tenemos!
¡Puedes hacerte con la colección completa de El abecedario fantástico aquí o escoger cualquier letra con la que tengan dificultades y combinarlas con otros cuentos!
