Uno de los mayores desafíos, en el ámbito educativo, con los
que nos enfrentamos los padres, es el de fomentar hábitos de lectura en
nuestros niños, con el deseo de conseguir en ellos, que el interés por la lectura les depare más
conocimientos y satisfacciones.
Nada mejor que nos
vean leer a nosotros, para que nuestros
hijos se interesen por lo que hacemos y copien nuestro comportamiento. Pero por el simple hecho de que nos vean leer, con lo importante que es, no
es suficiente. Nos tienen que ver disfrutar de ello, debemos hacerles
partícipes de lo que leemos, en la medida de lo posible. Comentar cosas cotidianas en relación a lecturas o relatos.
Debemos
familiarizar a los niños con los libros desde muy pequeños, incluso antes de
que sepan leer. Que conozcan el objeto en un ámbito lúdico y comprendan que
leer es sobre todo divertido. Intentando transmitir desde el principio el valor
del libro
Un modo eficaz de
fomentar el habito de leer, es hacerlo con nuestros hijos. Buscar un rato cada
día, (diez o quince minutos). Con un poco de constancia al principio... al final
serán ellos los que cada día nos busquen para que les leamos.
Leer junto a un
niño no sólo permite que este siga perfeccionando sus habilidades, su
vocabulario y su comprensión. Sino que crea un vinculo indeleble, con la
lectura y con quien le enseñó.
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