Durante las vacaciones pasamos la mayor parte del tiempo
fuera de casa. Ya sea junto mar, la ciudad o la montaña; disfrutamos mas de los
espacios abiertos. Buscamos un sitio para descansar, relajarnos y recobrar energías.
Algo fundamental y necesario.
Los mas pequeños también disfrutan de este tiempo, se
divierten y se preparan para el nuevo curso. Afianzan y refuerzan sus
conocimientos a través de diversas actividades. Como sabemos se pasan la mayor
parte del día jugando.
Pero nosotros no vamos a hablar de quedarnos sentados frente
a un papel o un libro. Esta estrategia que la hemos estado usando durante todo
un curso. Ahora vamos a intentar aprender jugando sacando el máximo partido a
nuestro lugar de vacaciones. Ya estemos en la playa, la montaña, la ciudad o en
el pueblo.
La playa es un lugar perfecto para jugar con los niños y
aprender con ellos. Jugando con la
arena podemos aprender sobre conceptos básicos: lleno-vacío, dentro-fuera.
Recogiendo piedras o restos de moluscos podemos contar, agrupar, hablar de la
diferencia entre mucho y poco, grande o pequeño...
Podemos empezar a descubrir junto a ellos formas básicas: las
sombrillas redondas, las toallas rectangulares, las velas triangulares de algún
barquito...etc. Los colores también nos sirven para jugar, el azul del cielo y
el mar, el color de la arena, las sombrillas, los bañadores...etc
En definitiva proponemos incentivar la curiosidad y el
aprendizaje mientras nuestros niños se divierten.
Intentaremos ampliar su
vocabulario, ejercitaremos la memoria, mejoraremos la capacidad de atención,
aumentaremos la autoestima y sobre todo pasaremos tiempo con ellos.
Es un privilegio propiciar que un niño descubra y aprenda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario